Fiaca Facebook Fiaca Twitter Fiaca Youtube Fiaca RSS

Subscribite vía mail:



La Plata, Buenos Aires

lunes, 21 de noviembre de 2011

Mimi Maura vuelve a la ciudad este viernes 25 de noviembre, en Shapó (49 entre 6 y 7), para presentarse en el marco de las Fiestas Clandestinas. La previa va a estar a cargo de La Delio Valdez con su cumbia colombiana. Va una entrevista de Tiempo Argentino por su presentación del pasado fin de semana en Capital.

Vía Tiempo Argentino
Nuevamente instalada con su familia en Puerto Rico, la cantante mantiene con periodicidad las visitas a la Argentina. En esta oportunidad aprovechará para presentar hoy y mañana la nueva edición de su álbum Días de sol, con versiones dub grabadas y mezcladas en Jamaica.

La voz suena a Caribe, porque cuando habla se le escapa la melodía puertorriqueña, con la misma que canta boleros, reggaes, canciones con estilos de salsa, y con la que seguramente cantaba rock metálico a mediados de los años ’90. Mimi Maura es una de las niñas mimadas del mundo de la música argentina. Cantó con Los Piojos y Dancing Mood, grabó con Kapanga y con Attaque 77, se la ve seguido en compañía del Chango Spasiuk y claro, cantó con Los Fabulosos Cadillacs, la banda por la que se conoció con su amor, Sergio Rotman.

Esta noche y también mañana, la artista dará un recital en el ND/ Ateneo. “Venimos tocando hace mucho en lugares donde la gente joven puede bailar, pero esta es una opción para la gente que nos quiere ver de sentados”, explica, sentada, bajo el sol en un bar de Villa Crespo.


–Hiciste una segunda edición  de tu último disco, ¿por qué?
–En esa segunda edición pusimos algunas versiones dub inéditas, que habían quedado afuera en la primera. Queríamos que nuestros seguidores pudieran escuchar lo que es el dub jamaiquino. Cuando terminamos Días de sol con el ingeniero Steven Stanley, escuchamos todo lo que quedó afuera y aprovechamos la reedición para incluirlo.

–¿El hecho de ser independiente es una decisión propia, o no recibieron propuestas?
–Desde que empezamos a hacer música, conseguir una compañía se nos hizo complicado porque quieren todo muy sencillo y para ellos fue difícil cómo categorizarnos. En nuestro caso, siempre fue un problema porque hacemos todo tipo de música, y siempre nos ponen en estilo reggae, y nosotros somos muy eclécticos. Hay muchas bandas a las que no les queda otra que ser independientes, y lo decidimos también un poco porque no nos queda otra. Por suerte tenemos las pilas para hacerlo, pero no es fácil, tenemos un grupo de personas que trabaja con nosotros, como Oui Oui, un sello chiquito, pero que nos apoya. El disco en Buenos Aires por lo menos se puede conseguir. En México y en otros lugares, que lo piden, yo le tengo que mandar a algún fan para que se los pase.

–¿La tecnología puede resolver ese tipo de cosas?
–Todavía estamos muy atrás en eso de vender los discos en la red. No sé si están en iTunes; creo que por ahí se puede bajar el disco y se puede comprar. Es bastante áspero el tema de las compañías, de cómo se maneja hoy este negocio, porque te venden un paquete, y no solamente son los dueños de tu disco y toman tu dinero, sino que también manejan la parte de los shows y los festivales. Nosotros hemos defendido a muerte nuestra independencia, tener la decisión de todo lo que hacemos y grabar lo que nos gusta.

–¿Los músicos latinoamericanos se ven afectado por eso?
–Creo que la música latinoamericana ha ido cayendo en la red del world music, pero son cosas de los sellos. Hay mucho talento, y en otros países de Europa la gente se vuelve loca por la música latinoamericana. Esta parte del continente siempre dio grandes cosas, mirá lo que pasó con el reggae: ¡la música jamaiquina ha sido una revolución mundial! Tal vez falte que la salsa explote, aunque hay grupos de salsa hasta en Japón. La música latina ha entrado por todos lados, es increíble.

–¿Creés que se cambió mucho la forma de escuchar música?
–Creo que sería bueno que vuelva el vinilo para volver a escuchar bien la música que se hace. Los discos tienen una cantidad de sonidos que tiene que ver con el sentir de la música, la profundidad de los sonidos. El CD no logró sonar bien, además de que nos vendieron que eran eternos y no lo son. Es lo más práctico, eso sí, pero no significaron el avance en sonido que se esperaba.


–¿Cómo recordás tu llegada a Buenos Aires?
–La idea en el principio fue vivir en ambos lados. Me impactó la ciudad, más que Nueva York. A mí Buenos Aires sigue pareciéndome uno de los lugares más lindos del mundo. Y sobre todo musicalmente. Es un lugar donde sabés que los fines de semana tienes muchas cosas para hacer y hay muchas bandas para ver.

–¿Y por qué fue el regreso a Puerto Rico?
–Me instalé acá cuando quedé embarazada, en el ’97 y me la pasaba viajando a Puerto Rico todo el tiempo. Con la caída económica en Argentina, dejamos de ir, y en cambio viajábamos a Brasil, que fue también una experiencia linda. Pero apenas tuvimos la oportunidad de volver para allá, lo hicimos. El plan siempre fue estar un poco en los dos lugares. Cuando Sergio volvió con los Cadillacs, y estuve cantando de invitada durante dos años intensos de gira, casi que me lancé en paracaídas cuando iba pasando por Puerto Rico. Mi hijo tenía que ir a la escuela, ya estacionarse en un lugar, y a mí me parecía que tenía que ser allá.

–¿Cómo es la relación entre ustedes, es difícil esto de la pareja-músico?
–Mira, Sergio no es un músico cualquiera. No conozco a muchos que les guste viajar con sus mujeres a todas partes. Estamos juntos hace años, y somos amantes y somos medio niños también, pero la música nos ayuda a llevarnos bien, y nos sirve para respetarnos. Hasta ahora, fue todo beneficio porque somos compañeros de música, hacemos canciones juntos, y si hay cosas que no nos gustan, vamos negociando.

–¿Es muy distinto trabajar de músico para la mujer que para el hombre?
–Siempre supe que esta iba a ser mi vida. De chica no iba a los shoppings sino que iba a tocar a los pubs con gente mucho mayor. Y desde que nací siempre quise cantar. Salteé una etapa de mi vida para entrar a la música, que era lo que me apasionaba. Creo que hay muchas mujeres que hacen música, pero no hay tantas como hombres porque en realidad se les enseña a ser mucho más estables, y la vida del músico es inestable. El estar de viaje a veces te cambia mucho el estado anímico. La mujer hace un estilo de música más clásico, más convencional. Es que el rock es medio al garete; es un mundo de chabones y por lo tanto hay muy pocas mujeres.

–Como puertorriqueña, ¿escuchás reggaeton?
–No. Yo no escucho reggaeton, pero tampoco lo odio. En general, los puertorriqueños lo odian. En Puerto Rico suena a full, pero al principio era un sonido que estaba en lugares muy ocultos. Recuerdo que cuando me fui se llamaba “underground”, y a nosotros nos encantaba, teníamos varios discos, por ejemplo los primeros de DJ Playero. Después ya no nos pareció tan divertido. Después de “La gasolina”, dejó de gustar. Es lo que pasa con muchos géneros: como estamos en un lugar donde todo se coloniza, agarran algo para explotar. Creo que eso pasó con el reggaeton. Algo similar pasó acá con la cumbia.

–¿Cómo están las cosas en Puerto Rico?
–Hay muchos problemas económicos que tienen que ver con que no tiene en claro su status. Es un “Estado libre asociado”, que no se sabe qué es, pero en realidad todos lo sabemos: es una colonia militar que le cambiaron el nombre con el solo interés de que sea explotada. Es una isla preciosa que está viviendo una industrialización innecesaria, que la tierra no se la aguanta. Todavía hay lugares donde el ser humano no puede entrar, pero lo intenta y siguen poniendo edificios. El señor que gobierna hoy es muy joven e ignorante y parece que lo votaron por lindo. ¡Despidió a más de 20 mil personas! Es un país que se mal acostumbró a la relación con Estados Unidos, que  sigue colonizando, tumbando edificios antiguos para volver a poner cemento y generar otra vez una necesidad. Es un eterno problema allá.

0 comentarios :

Publicar un comentario

¡No te pases de fiaca, dejanos tu comentario!