A esta (poca) altura de 2012 podemos decir que las Milongas de La Guardia Tanguera se han convertido en un clásico platense. Esta Asociación sin fines de lucro -que cobró vida hace siete años atrás- vuelve a proponer una alternativa cultural en la ciudad para el verano.
Durante todos los sábados de este mes y del próximo, “entre el portón de los ex combatientes y el techo tinglado” de la Plaza Islas Malvinas (19 y 51), según indicó con exactitud Miriam Woites (Secretaria de Guardia Tanguera) se podrá concurrir, a partir de las 21, a este espacio libre que está destinado “no sólo a los milongueros que conocen el lugar, sino también a la gente que pasa, que es mucha, a los vecinos, que vienen se sientan con sus reposeras, miran, participan, porque la idea es esa: que el tango vuelva a ser parte de la cotidianeidad”.
Para que algo de eso ocurra, desde esta Asociación invitan a bailar al aire libre porque en esta calurosa época “el baile abrazados se complica, en espacios cerrados se complica. Y aunque los que bailamos vamos igual, bailar al aire libre es una buena opción y en el verano disminuye la cantidad de milongas que hay. Es una alternativa más dentro de la movida cultural que hacemos”, es el pensamiento de Miriam, que marca algunas diferencias con respecto eventos pasados: “otros años hemos dado clases previas, pero este año no tenemos previsto dar clases, aunque lo vemos sobre la marcha. Si hay un número considerable de personas que lo requieren le damos y sino volvemos durante el año a dar clases adentro del Centro Cultural (de marzo a diciembre)”. Y reconoció que la idea principal “es que vayan, no importa si saben o no, lo que importa es que bailen lo que saben sin molestar al otro, siempre cuidando el espacio”.
Organización. Con un número más que interesante de participantes y/o espectadores, ya que se calculan aproximadamente 100 personas por jornada, en la milonga están: “los que bailan, los que miran, los que pasan y se van, los que se quedan. A la gente le gusta porque es distinto”, reconoce la Secretaria de la Guardia tanguera, que especificó que “va mucha gente que se produce especialmente para la ocasión, las milonga son una oportunidad para vestirse lindo pero ahora, por el tipo de piso en el que estamos no se puden usar los zapatos, así que muchos van en zapatillas, pero tiene todo su encanto, un gran encanto”.
Desde la Asociación se hacen cargo del espacio, la música y la silla, y para esta nueva edición están intentando conseguir agua para ofrecerle a quienes concurren al lugar. Otra característica de las milongas que reveló Miriam Woites fue “el musicalizador generalmente pasa una serie de tres o cuatro tangos, una música que es la cortina o separador que sirve para que las parejas se separen y cambiar de pareja, y después se vuelve a pasar tres o cuatro tangos o una tanda de vals o milonga. Ya está preparada la música y sino lo pauta el musicalizador en el momento de acuerdo a como se mueven, es todo un tema musicalizar una milonga hay que saber, conocer las orquestas, como responde el público, si están aplastados poner algo que levante”.
La propuesta está hecha, desde la Guardia Tanguera invitan a todos a participar del espacio, que es “una buena oportunidad para saber que es una milonga y de incorporarse a esto que es un baile popular, que es nuestro, bien de acá, de la zona del Río de La Plata, de ambas orillas”. Con entrada a la gorra, los sábados siguientes se convertirán en una ocasión “para divertirse, es algo lindo y cuando uno va con ganas después no lo dejás”.
Fuente: Diagonales
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