Vía Diagonales
La que comenzará hoy será una nueva etapa para el grupo Ridiculum Vitae: estrenan espectáculo, nueva formación y atraviesan un período de cambios que, lejos de modificar la esencia de la agrupación, la consolidaron.
Uno de los integrantes originales, Diego Larraggione, contó como se vive desde adentro esta situación, y también tocó temas como el aniversario, los parecidos con Les Luthiers y el tipo de humor con el cuál trabajan.
“Estamos cumpliendo 11 años como grupo y hasta el año pasado éramos los tres integrantes originales. Este año Nicolás Allegro siguió por otro lado, tuvo otros proyectos e incorporamos a dos integrantes, dos amigos que conocemos de la Facultad de Bellas Artes que es el ámbito en el que se formó el grupo. Ellos se sumaron en febrero y por eso fue que se nos ocurrió hacer este espectáculo en el que hacemos un repaso de los 11 años del grupo con sketchs de distintas épocas y es una bienvenida para ellos”.
Ahora, los Ridiculum son “dos viejitos” (Pablo de la Fuente y Larraggione) y “dos nuevos” (Nicolás Ciocchini y Juan Pablo Piscitelli), que esta noche -a las 21- subirán al escenario de la Sociedad Odontológica (13 e/ 45 y 46) con Recalculando, un show que “tiene que ver con una nueva etapa del grupo y con un repaso del tiempo que ha pasado”, explicó Diego, que también contó: “hace unos meses hicimos una encuesta por Internet con el público con la consigna ‘qué números no pueden faltar de toda la historia’ y algunos que aparecieron nos sorprendieron porque eran de épocas pasadas y la gente se acordaba. El objetivo del concurso era encontrar números que íbamos a incorporar por el voto del público más otros que habíamos pensado”.
–¿Considera que es una especie de refundación del grupo?
–Diría que es un momento de bastante cambio. Una cosa interesante es que los nuevos integrantes eran fans del grupo desde antes y los sketchs que el público votó los conocían bien como público. Ahora surge una mirada distinta de cada cosa que hacemos porque si bien muchos de los textos son originales, tienen la mirada del nuevo grupo. Se dio una cosa piola: del respeto a la historia del grupo pero tenemos ganas de escuchar sus opiniones y propuestas del material. Hay un mix: lo tradicional del estilo del grupo y los aportes que hacen los nuevos integrantes. Porque históricamente en el grupo lo que ha ocurrido fue una combinación de los humores de cada uno y esta nueva mezcla está creciendo rápidamente, viene muy bien.
–¿Se sienten “presionados” cuando los tildan como los “sucesores” de Les Luthiers?
–Ese mote apareció en una nota en Página/12. Nuestro estilo no es el de Les Luthiers pero podríamos decir que hay cosas que compartimos: la presencia de música de variados estilos, tocada en vivo y el cuidado minucioso del lenguaje musical y de los textos. En ese punto estamos en común, pero después nuestro estilo tiene otras particularidades. Nos resulta un halago, no sentimos que tengamos que ocupar ese lugar pero si nos enorgullece la comparación por el trabajo que hay detrás de cada espectáculo, no salen rápido, pasamos varios procesos desde que empezamos a escribirlos: aparece la música, llega el momento del escenario, que le damos varias vueltas y se completa con el público. Me parece buena la comparación en ese punto, el del respeto por lo que ponemos en el escenario.
–Consultaron qué sketchs no podían faltar. Si les preguntan a ustedes qué no puede faltar en un show de Ridiculum, ¿qué dirían?
–Lo primero es el humor, ahí pegadita la música, nos gusta pasar por varios estilos. Los juegos de palabras es otro sello y el absurdo es otra cuestión que está dando vueltas en el mismo nombre del grupo.
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