El budha la rockea en 6 y 50

Julieta Lamenza, artista plástica, y Daniela Ábalos, diseñadora de indumentaria, van a hacer una intervención en el obelisco de 6 y 50, frente al Pasaje Dardo Rocha, hoy a las 19. Se trata de una instalación que se va a llamar El budha la rockea. Les dejamos la nota de Diagonales, de donde sacamos la foto.

La lluvia pasó y el sol reapareció con su innato objetivo veraniego de derretir todo aquello que se detiene o circula por la vereda o el asfalto. Los más afortunados abandonan las urbes y buscan refugio en el mar, las sierras o las montañas; los menos, buscan otras alternativas más mundanas: algún aire acondicionado amigo, una pileta -de club, de lona, de plástico-, o encontrar en la ciudad del cuadrado perfecto una actividad para hacer que se preste al poco movimiento y a la contemplación. Por sus características ese lugar lo ocupa el arte y de un tiempo a esta parte, el arte en muchas ocasiones abandonó el espacio sacro de los museos, galerías y salas de exposiciones para ganar la calle en distintas formas, una de ellas es la de las intervenciones. Y eso es lo que harán hoy, a las 19, en 6 y 50, la artista plástica Julieta Lamenza y la diseñadora de indumentaria Daniela Ábalos bajo el rótulo El budha la rockea.

“Los paradigmas representacionales actuales cambiaron, la comprensión de una Obra de Arte ya no pasa por la experiencia visual que produce placer, sino que se relaciona con el concepto, actualmente el placer de la experiencia estética es en el orden de lo intelectual”, introducen en una suerte de manifiesto para luego aclarar: “Nuestra obra sale al encuentro de la materialidad, en ese momento abre mundos y los funda al mismo tiempo, no es una expresión individual sino expresión de un universo, donde no hay fronteras ni límites políticos. Los artistas expresamos nuestro tiempo, nuestra era, nuestra forma de ser, nos exponemos y exponemos el arte como nosotros lo vemos”.

¿Pero qué tienen las intervenciones particularmente? “Las intervenciones provocan un detenimiento oportuno en el panorama de todos los días”. Y particularmente sobre lo que ocurrirá hoy, se trata de “una instalación en la que nos apropiamos del espacio público, modificándolo y haciéndolo nuestro”.

Y como el Buda la rockea, a la hora de intervenir y crear las chicas disparan referentes: “Gadamer: nos introduce en los términos de juego, símbolo y fiesta. El juego fundamentado antropológicamente como un exceso, una tendencia innata del hombre al arte. Desde este punto de vista la obra de arte nunca Ha Sido, sino Es en continua transición tanto para creadores como para receptores. El juego artístico a diferencia de otros juegos busca la permanencia. La experiencia estética es un tiempo de celebración, de fiesta, que nos despoja del tiempo (lineal o acumulativo) y nos sugiere lo eterno, como una ruptura con el presente” o “Garaicoa: lo cosmopolita, por el gran desarrollo del mismo, provoca una pérdida de sensibilidad con lo que nos rodea, generamos un espacio de diálogo activo con el público, en un momento promotor de cambios en la infraestructura estática e ignorada de todos los días. La comunicación y el intercambio que establecen estas obras operan en el espacio concreto de la vida de las personas”.