Foto: Diagonales |
Según las acepciones desperdigadas por el contienente, “saraza” puede ser cierto tipo de fruto. Será quizá por eso que al sur, el término cae de maduro y "saraza" es una expresión coloquial equivalente a "mandar fruta". Sí, bien podría decirse chamuyo. Pero como "las improvisaciones son mejores cuando se las prepara" –cita de Shakespeare (que ya usamos en varias ocasiones)–, cuando hablamos de La Saraza Trío no nos referimos a ningunos improvisados. Se trata de una agrupación formada hace dos años con Kahil Ferraris en guitarra (influenciado por muchos músicos de primera línea con los cuales compartió escenario en su estadía de 4 años en New York), Sebastián Di Leva en bajo (que ha incursionado por diversos estilos como el folclore argentino, peruano, salsa, rock , funk, entre otros ) y Nacho Álvarez en percusión (joven con gran recorrido en diversos estilos de la música latina, que llegó a compartir escenario con la cantante mexicana Lila Downs).
Según nos cuenta Álvarez "el objetivo fue fusionar la música latinoamericana con un concepto estructural y de improvisación jazzistico , prestándose así a una necesidad básica y sana de sus integrantes como es el ‘juego’ de la improvisación, que es lo hace sentir viva a las personas". Este trío que se ha presentado en diversos escenarios de la ciudad así como en festivales reconoce como inspiración a "artistas como Lionel Lueke, Edmar Castañeda y Pedrito Martínez, entre otros", para lograr luego un particular sonido en su repertorio propio.
Álvarez cuenta que el trío "nace por la necesidad y ganas de compartir un estilo con gente determinada con la cual mas allá de la música uno se siente muy cómodo y a gusto. A diferencia con otro tipo de formato el trío exige una concentración y conexión muy interesante que fue otra de las cosas que nos sedujo para llevarlo acabo".
Respecto al simpático nombre –una suerte de scat criollo ¿no?– asiente entre risas: "El nombre justamente fue por el ‘chamuyo’ con el que tocábamos los temas en los primeros tres ensayos (cosa que fue muy divertida y de hecho de una de esas “saraceadas” salió uno de los primeros temas propios)".
Si bien manejan códigos del jazz, el eje central pasa por "disfrutar las músicas folclóricas tal y como se hacen de raiz , que es por donde siempre empezamos a abordar las distintas músicas y a la vez vemos y admiramos los distintos procesos y evoluciones que van teniendo las mismas", dice el integrante también de Carinhoso do Garrafa.
De ese fluido ensamble nace también el proceso compositivo: "La forma de componer nuestros temas, por lo general, sale de una melodía que se le ocurre a alguno, de una vaga idea a la que le vamos dando forma o de un error en la ejecución de un tema que nos dispara otro lugar."
Con el recorrido ya mencionado, Álvarez y sus compañeros conocen bien el circuito platense. Por ello destaca: "La Plata siempre fue un semillero en todos los aspectos por diversos motivos, facultades, escuelas de música y gente que sin pasar por ninguna institución se ha involucrado mucho con la movida cultural. Y gracias a la información, vía Internet u oral, sumado a las ganas de aprender hace que sea muy fuerte la movida artística."
Este trío se presenta todos los viernes a las 22 en la Sala 420 (42 entre 7 y 8) y los terceros viernes de cada mes "vamos a compartir la fecha con bandas amigas en un ciclo que es Saraza invita y van a estar:
Para cerrar, el músico explica claramente el criterio a la hora de compartir escena: "En realidad, la sintonía con otros grupos la tenemos por la afinidad que hay justamente abajo del escenario, para nosotros es más importante estar bien sin los instrumentos, porque eso es lo que luego se va reflejar arriba del escenario."
Así que, ya saben, los viernes en la Sala 420: La Saraza Trío, calidad y calidez asegurados. Y no es chamuyo.
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