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La Plata, Buenos Aires

sábado, 19 de marzo de 2011


La Caverna es una de esas bandas que combina música y militancia, y que entiende al rock atado a su tradición contestataria. Con más de 10 años de salir a la calle a recorrer escenarios y tres discos grabados, de a poco van creciendo por fuera del cuadrado platense. Su próxima presentación en la ciudad es en Mayo, en Caetano. Les dejamos una nota del suple Plaza Demo, un texto de la particular historia del batero y el video con el que festejaron la década de vida.

La caverna
Once años en la ruta del rock cumple hoy esta banda que desde la música sostiene un compromiso social. "La militancia no puede ser una militancia de escritorio, salir a la calle es vínculo", afirman estos músicos que están donde están a partir del trabajo constante y sin abandonar la independencia.

Locos, desmembrados, sin trabajo,/ inducidos al suicidio, culpables de no morir. Rotos, doblemente traicionados. Olvidados y obligados a seguir la guerra acá. Presos de la más cruel paradoja:/ ¿En qué tierra no es bendito quien por su tierra peleó?/ Mentes que no fueron desprendidas/ de la oscuridad y las balas, mentes sin liberación// Culpables de haber vuelto vivos/ de una guerra, de una traición./ Culpables de no aumentar la triste lista/ de no ser placa ni cajón”, canta Diego desde “Culpables de no morir” el track seis del CD A la sombra del por qué de La Caverna y si algo caracteriza a esta banda platense que hoy cumple once años es su compromiso para con la música y con la sociedad.

De hecho la firma de su mail lleva la sugestiva frase “rock es compromiso”. A diferencia de lo que suele ocurrir con numerosos grupos, la fecha de nacimiento de La Caverna no está hermanada al primer show sino al primer ensayo. ¿Buena memoria? ¿enfermos de la estadística? Nada de eso, la certeza responde a un hecho fortuito. “La recordamos porque me regalaron la batería para mi cumpleaños”, comentó Juano entorno al onomástico de la banda.

En 2010, La Caverna celebró sus diez años de trayectoria con un recital en el Teatro, que quedó fielmente registrado con la idea de editar un CD en vivo, circunstancia en la que se encuentran abocados los músicos por estos días. “Como banda independiente tratás de abarcar todos los frentes, y volvés de una gira pensando en todo lo que tenés que hacer pero al tener todos los frentes abiertos es muy difícil. Por eso hay mucha gente trabajando alrededor de la banda y nos hace la tarea un poco más simple, lo que nos permite abocarnos a tocar. Tenemos pendiente el disco en vivo que se registró cuando cumplimos 10 años, también tenemos pendiente seguir viajando aunque en realidad es un objetivo constante, para llevar la música adonde sea porque creemos que esa es la manera. Y después seguir tocando acá, seguir sembrando. El objetivo más que una meta en sí es seguir este camino. Sin  nadie que se interponga y crecer nosotros como personas y como músicos”. ¿Y recuerdan cosas de los primeros días? “En el show del teatro de los diez años se hizo una especie de fotomontaje con las fotos de estos 10 años, y fue como esa secuencia que dicen que pasa por tus ojos el segundo previo a morir. Y es un flash ver todo lo que vivimos juntos, y hasta no hace mucho tiempo salíamos hasta las cuatro de la mañana a pegar carteles, volvíamos a casa a llenos de engrudo, y gestionar fechas a tientas, con un objetivo claro pero sin terminar de saber cómo alcanzarlo. Y me parece que cada vez vamos encontrando los artilugios y la manera correcta de acercarnos a aquello”, sumó su voz Diego.

Y de ese engrudo y los primeros shows en La Plata, la banda creció en base a trabajo y constancia, hasta permitirse este verano realizar una exitosa gira por la provincia Mediterrránea. “Fue básicamente una gira autogestionada, que pudimos armar de la nada por el deseo de hacerla y con resultados que consideremos más que positivos por lo que se pudo hacer en materia de fechas y por el contacto con la gente, que termina siendo lo principal cuando no hay intermediarios. Y volvimos con muchas pilas porque notamos que la banda en la medida que se expande por sus propios medios y con la ayuda de la gente misma llega de alguna manera, y te da mucha fuerza. Después de años y años de estar en el camino, son cosas muy importantes. Terminamos una gira que nos cargó de energía para lo que queda del año. Así que estamos más que contentos. Nunca habíamos estado y nos habían comentado que era un lugar para ir, teníamos la experiencia de algunos amigos que habían estado por allá. Hicimos todo lo que teníamos pensado, redondeamos una buena gira y quedaron los contactos y toda la gente de allá. Permanecer después en contacto con la gente es mucho más sencillo. Y después sentimos que la banda en base al trabajo y la consecuencia, y no desde pociones mágicas, y compromiso empieza a ver sus frutos”, repasó el baterista.

–Cuando comenzaron a juntarse a ensayar por primera vez y después de los primeros shows. ¿imaginaban permanecer 10 años en la ruta y embarcarse en giras como la que hicieron por Córdoba?
Juano: –Vos podés tener algunos postulados básicos: ‘me quiero dedicar a la música y qué se yo’, pero después se hace camino al andar. Más con la incertidumbre que genera un proyecto que depende exclusivamente de tu insomnio y no de ninguna otra producción que lo sostenga. Entonces, es eso. Es caminar, creer infinitamente, no pensado el creer desde un sentido soberbio o sobrando la situación, sino creer desde los ideales, desde el compromiso, desde la convicción que vos tenés algo para dar, algo para decir y que si trabajás muchísimo se va a dar. Y como dice Silvio, “el sueño se hace a mano y sin permiso” y así es como lo estamos haciendo desde hace casi once años.

–¿Qué encuentran en el rock?
Juano: –El rock para nosotros es un medio y no un fin, ni siquiera un género musical, es un medio en el que nos pudimos amparar para decir las cosas que pensábamos, y que creemos desde nuestro humilde lugar que no pueden dejar de ser tenidas en cuenta, no pueden permanecer silenciadas, no pueden permanecer en el anonimato y no pueden permanecer en nosotros mismos. Tenemos el principio de la inevitabilidad: somos y hacemos lo que no pudimos evitar, entonces el rock en un momento nos sirvió como excusa y la música para volcar todo lo que no podíamos evitar quedarnos entre nosotros. Aparte fue lo que a nosotros nos tocó en los nervios cuando teníamos doce o trece años, fue el rock y no Dalí, ni la pintura, ni la literatura, lo que se metió en nuestros nervios y nos indicó el camino. Entonces es eso, un medio, una herramienta y la vamos a utilizar en función del mensaje o el rol que queremos cumplir.

Diego: –Cada logro resulta fruto de tu trabajo y no de una invención mediática, de un manijazo o lo que sea. Todo lo que conseguimos fue desde el trabajo y una cosa que nos deja la gira, no como enseñanza porque ya lo venimos viendo es que hay que llevarla tu arte a la gente. Aquel mito del productor acodado en una barra que ve tu show y te lleva a Londres, no es más que un mito y hay que ganárselo.

Juano: –Nosotros valoramos cada persona nueva que va y canta una canción, cada persona nueva que desde algún rincón del país nos escribe, porque sabemos que lo logramos con trabajo. La independencia tiene eso: los plazos que se agigantan porque sos vos contra todo pero también tenés el control sobre todo.

Claro está que el camino recorrido hizo que los músicos no estén solos en esto sino que mucha gente se haya sumado a colaborar. “Nosotros creemos en lo que decimos y lo tenemos que defender con nuestros hechos. Hoy por hoy tenemos un grupo que trabaja de una manera y no queremos que nadie se meta en el medio, a menos que te respeten las cosas como vos las sentís pero como generalmente el intermediario lo que pretende es un negocio que generalmente va en desmedro del tuyo, que es el arte, que es crecer; generalmente no suelen tener buenos resultados. Por ejemplo cuando nos ofrecen algo en las producciones de recitales no nos dan nada que nosotros con mucho más trabajo -seguramente- pero sin ninguna concesión podamos lograr. La independencia es tiempo y libertad, nosotros lo condensamos en una frase que es ‘con la independencia todo tarda más pero llega para quedarse’. Distintos son aquellos éxitos efímeros y tan efímeros son que tan poco tardan tanto en llegar como en irse. Todo lo que hicimos en estos diez años tiene un  cimiento, está arraigado, porque tiene un laburo. Todo es real, estás vos y la calle, vos y la gente. No hay ninguna mentira, no vendemos humo. La verdad es lo que ves y el trabajo”.

Once años son los que cumple La Caverna y lo hace fiel a los principios con los que nació, aunque muchas veces uno pueda no compartir alguna de las decisiones que tomen desde ellos, como invitar a Pato Fontanet a cantar una canción de su último CD. Pero nada puede objetársele porque su compromiso con el rock, con las canciones y con la sociedad van más allá de esa decisión, que de todos modos sustentan con hechos.

Claramente toman una actitud militante, no se esconden, y en esa valentía podemos marcar un plus. Por eso tampoco debe sorprender su postura frente a Internet: “Suma un recurso, nosotros lo utilizamos bastante como recurso, ya que mantiene el contacto con la gente, recibiendo mensajes de las provincias, de ciudades, de pueblos, de lugares de los que no nos hubiésemos imaginados. El disco está en todos lados más que por la distribuidora por esta herramienta, es más estamos totalmente a favor de la piratería de nuestros discos, pero lo que no tiene que hacer es achancharnos y dejar de lado otras. Tiene que ser una más. Hay que seguir pegando afiches, volanteando en recitales de otras bandas. La militancia no puede ser una militancia de escritorio, salir a la calle es vínculo, el boca en boca es importantísimo. A nosotros nos ayuda tanto medios como ustedes o como las radios que nos difunden, tanto como la gente. Y nosotros somos si se quiere de la generación del volante, de la última camada. Yo lo que veo que hay muchas bandas que nacen ahora arraigadas a esta situación y por ahí no trabajan por una fecha y creen que con Internet y un foyer alcanza. Todo es importante”.



vía http://www.revista2010.com.ar
La particular historia del baterista 
Todavía hay quien lo ve y le recuerda que de no haber dedicado su vida a la música hubiera sido, cómodo, el cinco de Estudiantes. Él tuerce la boca y agrega:
-Braña, hubiera sido Braña- dice, porque sabe, de tanto escucharla, que la anécdota termina así.
Juan Julio Falcone tiene 26 años [note de Fiaca: el texto es de enero de 2010], lleva en su nombre la reivindicación inocultable a un integrante de la conducción montonera que murió peleando contra el grupo de tareas que iba a secuestrarlo a su domicilio en Haedo. De padres militantes exiliados y de tías desaparecidas reconocidas por la historia militante (María Claudia Falcone y Laura Carlotto), Juano es, además, el nieto de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Barnes de Carlotto. Por todo esto, casi podríamos decir que su sensibilidad social tiene explicación genética. Juano suele decir que su historia familiar está teñida por igual de dolor y orgullo. Cuando se le pregunta sobre su abuela sintentiza: “Mi abuela es el ejemplo mundial de la mujer común, sin mayores inquietudes, que fue capaz de reencauzar el sendero de su vida a partir del dolor, para transformarlo en un colectivo de lucha, memoria y búsqueda de la verdad. Y además, es mi abuela, la de los abrazos y los fideos”.






Más info en http://www.lacavernarock.com/

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