Vuelve a Argentina una de las bandas que protagonizó el auge del grunge desde Seattle, a partir de la autogestión, la independencia y el antisistema (lo que no impidió que tarde o temprano el sistema hiciera con todo eso un producto, como contamos alguna vez). Seis años después de su show en Ferro, que se ve reflejado en la foto que captura la admiración de Eddie Vedder para con el público argentino, Pearl Jam vuelve para presentarse en el Estadio Único el 13 de noviembre. Llegará en el marco de su gira mundial de
festejo por los 20 años de trayectoria. Va la información de las entradas, una buena nota de Diagonales y un video de lo que fue el anterior.
Entradas
Se pondrán a la venta el 1 de agosto a través de
Ticketek, llamando al al 5355-5355 o en los puntos de venta. Los precios
irán desde los 250 pesos; así:
Campo delantero: $ 460
Campo : $ 400
Campo trasero: $ 250
Platea Preferencial A: $ 485
Platea Preferencial B: $ 485
Platea A: $ 450
Platea B: $ 450
Vuelve Pearl Jam, el retorno del Grunge
Como una suerte de ráfaga melancólica de los 90, un aire de arte musical en medio del plástico de las empresas discográficas. Oír en medio del ruido. El 13 de noviembre, el estadio Único de la La Plata cobijará a las huestes del grunge.
Por Diego Pintos
Extrañamos tanto a Kurt. Y ha de ser así. Pareciera ser que desde su
partida de este planeta -hacia otros mundos-, ha quedado un hueco,
completamente insondable, inabarcable. Nirvana hizo un surco en la
historia del rock, desde Seattle, y para el resto del mundo. Un sonido
desgarrador, nostálgicamente violento, y extremadamente rockero.
Sin embargo, de vez en cuando, como un deja vú refrescante y ruidoso de
turbodistorsionadores de los noventa, aparece una ráfaga de música. Y
con ella, la posibilidad de volver a empaparse de aquellos sonidos, dar
una bocanada grande para llenar los pulmones de riffs hipnóticos, y así
poder continuar la vida entre tanto plástico derretido y reciclado,
propuesto por las discográficas.
Se confirmó el regreso de Pearl Jam. Se concretará tras los históricos
shows de 2005. Todo en el contexto de un concierto que se realizará el
13 de noviembre en el Estadio Único de La Plata, como parte de la gira
por sus dos décadas de carrera.
Aquella vez, la banda liderada por el multifacético Eddie Vedder, brindó
dos conciertos memorables. Fue el 25 y 26 de noviembre de 2005 en la
cancha de Ferro Carril Oeste. Dos impresionantes shows, con una potencia
descomunal, las tribus danzantes bajo torrentes musicales y guturales
alaridos.
Aquellos conciertos, festivales de la exageración grunge, mostraron a un
emocionado Eddie Vedder, fascinado con el entusiasmo del público, una
Generación X que encontraba a sus máximos exponentes atrincherados tras
los parlantes del un escenario, como aquél apoteótico y accidentado
recital de Nirvana en Vélez. Imágenes como la bronca de Kurt Cobain
negándose a tocar sus hits luego de los insultos del público a entonces
novia, Courtney Love; o la contracara, el guitarrista Mike McCready,
quien se quedó en el escenario con su guitarra, con espíritu de no irse
nunca, de que aquella noche nunca haya visto un nuevo sol naciente.
Pearl Jam compartió la gloriosa época del desencarnado grunge junto a
bandas como Nirvana, Soundgarden, y Alice in Chains. Su primer álbum
"Ten", que contenía temazos como "Alive", "Even Flow" y el tremendo
"Jeremy".
Llegó entonces la dicotomía, por un lado la enorme masividad con el
éxito de su disco debut "Ten", y por otro lado, las luchas contra las
diferentes multinacionales que rodean el negocio de la música. "Ten"
lanzó la banda al estrellato y convirtió a los Pearl Jam en símbolos de
una generación junto a Nirvana.
Ese enojo, que también hizo desbordar musicalmente a los álbumes de
Nirvana, -como ocurrió con el crudo In Útero, tras el exitoso
Nevermind-, se trasladó a "Vs", en 1993, el segundo álbum de Pearl Jam,
con guitarras rabiosas, más punk, y letras conceptualmente más duras y
críticas de la sociedad norteamericana.
El sonido de la banda y la voz de Vedder partieron en dos el espectro
musical de los 90. La lucha contra las corporaciones, desde las
trincheras del grunge más visceral. El grito desgarrado, eran la
personificación del anti glam de bandas como Bon Jovi y Mötley Crue, que
habían sido cuasi íconos de la sociedad musical norteamericana de los
ochenta.
En 1994, con la edición rodante de "Vitalogy", el mundo musical se
opacaba. Obviamente, no por esa maravilla conceptual, sino porque el 8
de abril de 1994, la escena grunge asistía al suicidio de Kurt Cobain,
amigo de Vedder, pero invariablemente detractor de los Pearl Jam, y de
casi toda la música que rodeaba al trío de Seattle.
En un show que ofrecieron esa noche, Vedder dijo: "...no creo que sea
una buena idea elevarse uno a sí mismo. Creo que hay veces que puede ser
algo muy peligroso... algunas veces, lo quieras o no hay gente que te
eleva por sí misma... y es muy sencillo caer después".
Las ventas continuaron multiplicándose, con álbumes como "No Code"
(1996), "Yield" (1998) y "Binaural" (2000). En el 2002, llegó el
maravilloso trabajo de "Riot Act", que significó su regreso al centro de
la escena con canciones como "I`am mine" y "Love Captain Boat".
Mientras tanto, Vedder abrió su veta solista, su magia en acordes
acústicos. En el 2007, Sean Penn contactó a Eddie para ofrecerle la
composición de la banda sonora de su cuarta película llamada Into the
Wild. De allí surgió una colección de canciones fabulosas, con una
nostalgia y una melancolía errante que invitan al mismo mundo que
recorre el film. Su voz resulta esencialmente cálida y sin
grandilocuencias, plagado de matices emocionantes, e interpreta la
libertad individual y la necesidad de un mundo nuevo en cada verso.
El 31 de mayo de 2011 publicó su segundo trabajo en solitario, titulado
Ukulele Songs, compuesto de 16 temas elaborados como su título indica,
con la única ayuda de un ukelele.
El grunge del nuevo siglo se calzó la camiseta con bandas como Foo
Fighters, liderada por Dave Grohl; o Krist Novoselic quien formó Sweet
75. Más recientemente, fundó Eyes Adrift con Curt Kirkwood (ex-Meat
Puppets) y Bud Gaugh (ex-Sublime). Sin embargo muchos fueron los
factores que influyeron para que el grunge empezara a declinar en sus
índices de popularidad. La aparición del post grunge, con un estilo más
suave y accesible, se acercó a audiencias comerciales, con un sonido
mucho más cómodo al oído, como Candlebox o Bush, que finalmente apagaron
el calor de unas llamas que se habían visto su máximo explendor en los
turbulentos años noventa.
lunes, 11 de julio de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
0 comentarios :
Publicar un comentario
¡No te pases de fiaca, dejanos tu comentario!