No, no es que los muchachos la esten juntando con pala, pero como ellos dicen, la felicidad te la dan otras cosas como compartir escenario con The Skatalites (este finde en Quilmes) o participar de un festival encabezado por una de las figuras más resonantes (?) del reggae nacional, Fidel Nadal (más info al fondo). Va una nota del suple Plaza Demo en la que repasan junto a la banda esta primera década de El Majebrí.
Vía Diagonales
“La guita te viene bien, y en la vida la pasás genial”, solía cantar
Flavio Cianciarulo al frente de Los Cadillacs cuando el grupo rotaba de
instrumentos y versionaba canciones como “Guns of Brixton” de The Clash.
Y ese, el de la plata no es un tema menor, más cuando el universo del
rock sabe contar de a montones las bandas prefabricadas que sólo
persiguen el éxito sin importar ni las formas ni los contenidos. “La
plata siempre ayuda pero la felicidad te la dan otras cosas, pero claro
que hay gente que se motiva por la plata, primero piensa en la plata y
después en otras cosas. Y cuando uno deja de lado un poco eso, aunque es
algo súper necesario porque ahora no tengo un peso en el bolsillo, la
vida te devuelve todo en con otra oportunidad”, comenta Tatán, voz y
bajo de El Majebri, banda que este fin de semana estará compartiendo
escenario con los siempre geniales The Skatalites cuando estos lleguen
hasta Quilmes, “que son los últimos próceres que van quedando. Es como
ver a un Gardel, a un D'Arienzo, es la última oportunidad que nos queda
como personas de verlos. Y además de poder tocar con gente que nos
enseñó a tocar esa música”.
El Majebri nació hace una década como un gran colectivo y como un
proyecto paralelo que compartían distintos amigos. “Es la junta de un
montón de gente que entendió el concepto desde un principio”, y esa
junta dio sus frutos ya que acaba de publicar el CD Antes del fin. “Es
la inexperiencia de ser la primera maqueta. Nosotros tocamos desde hace
montón de años y es el primer disco, siempre es el primero. El segundo
lo vamos a hacer con otras precauciones por eso en este tardamos tanto,
por eso tardamos tres años. Lo que fue mezcla, edición, pasaron por
distintos estudios, por diferentes lugares, por diferentes barrios. Cada
tema tiene la particularidad de tener un invitado, y nació así por una
influencia muy marcada que tengo por tipos como Manu Chao o Fermín
Muguruza, que me marcaron mucho”. Así desfilan por los once tracks del
disco: Julián Ibarrolaza, Sursaidaz, Peón x rey, Soul, U-rie, Teetao, La
ombú reggae, Dread Mar I, Pedro de Karamelo Santo, Eterna Inocencia o
Muñe de Butumbaba.
Basta escuchar Antes del fin para descubrir que la banda escapa a los
estereotipos del género, ya de por sí la tapa es celeste y está
desprovista de los colores típicos del reggae. “Y si bien el Majebri es
reggae root, tratamos de respetar la esencia. Es como el tango, si yo
tuviera que abordarlo buscaría acercarme desde lo más tradicional pero
con las realidades nuestras. Nosotros estamos adaptando una música que
viene de África, Jamaica pero con una realidad Argentina. Nos gusta el
reggae con diferentes matices”, aclara Tatán.
Tres años demandó completar este proyecto musical, que resulta un buen
punto de partida para El Majebri. “El hecho de hacer posible el sueño
hizo que al tiempo no lo pudimos acelerar, así que cada tema tuvo su
momento, un encuentro, una época en el año, un mate, una comida con esa
persona. En el proceso un par de amigos se quedaron en el camino porque
decidieron emprender sus propios emprendimientos. Al principio lo encaré
más como un colectivo, algo más popular, más comunista por así decirlo y
después la experiencia, no es que se mi banda sino que en ese
colectivo me encargo de manejarlo. Y después hay otros majebrices y cada
uno ocupa su puesto, como en un equipo. Somos personas comunes y
corrientes y eso es lo que nos motiva, la música es el cable a tierra
para evadir un poquito la realidad no con el sentido de no hacerse
cargo, sino que nos desprende un rato de lo cotidiana, nos une con
diferentes personas”.
Me levanté con una melodía,
Como te explico que la música
es mi vida.
Me levanté con una melodía,
Que todo el tiempo se repetía.
“El tiempo pasa y nos vamos poniendo tecnos”, cantaba Prodan junto a
Calamaro reversionando ese clásico de la canción latinoamericana. Ni
viejos ni tecnos. “Vas creciendo, tengo 34 años y toco desde los 14, no
es que cambie pero uno toma las cosas de una manera diferente. En este
momento encontramos a un montón de personas en este proyecto en el que
el incentivo más grande es juntarse el martes a ensayar, otros por ahí
lo hacen para jugar al fútbol. La idea es que nos respeten como
personas, y las raíces están muy marcadas en lo que es la esencia del
hardcore, del skate, que son cosas que marcaron a más de uno en la
banda, en el hecho de autogestionarse, en la movida de ‘do it your
self’, el hazlo tú mismo que nace en el ‘77 con la música punk, el hecho
de ser uno mismo tu propio patrón, es difícil hacer todo y a la hora de
delegar uno corre sus riegos. Tratar de hacer lo que a uno le gusta sin
tener que negociar o transar lo que uno piensa. La música es difícil,
es mejor enamorarse de las canciones que de quienes las hacen”.
Aunque la música es más fácil si aparecen las melodías, y la recompensa
para el que persevera llega, tal como le sucede al buen pescador. Por
eso asoman los Skatalites. “Te pone contento pero a la vez uno en el
fondo uno no es que lo espera o lo esperó, pero al que tiene
perseverancia tiene más chances de que se le cumplan los sueños. Es un
pequeño logro el hecho de poder compartir escenario con una banda
jamaiquina”.
Hacer reggae por estos días es bastante más simple que hace dos décadas,
el ritmo parece tener un público cautivo, al respecto Tatán aclara. “La
música reggae está en un momento muy bueno, que llegó para quedarse, se
hizo popular y tiene un mensaje bueno. Después como todo momento hay
quienes hacen negocio”.
PUNTO DE PARTIDA
“La banda nace entre 2000 y 2002 como consecuencia de otros proyectos
que iban quedando en el camino, como una inquietud, como un plan B, por
el hecho de poder compartir algo sin tanto compromiso. Fue como un
hobby, como una necesidad, también empezó en una computadora,
maqueteando baterías con programas y de a poco fue tomando forma. Antes
del fin y estos tres años que te conté es lo que termina de formar a El
Majebri, como que ya tiene sus puestos, sus lugares ocupados. Antes del
disco era un colectivo o gente que me hacía el aguante, éramos gente de
diferentes bandas que nos juntábamos a hacer música, con el compromiso
simple de tocar música. Y cuando nos quisimos dar cuenta ya habían
pasado 10 años”, y como toda buena historia continúa: “Ahora estamos
componiendo la segunda parte de lo que sería esta obra de teatro, que se
llama Metamorfosis. Antes del fin contiene etapas, son canciones
resumidas en un disco, como un puntapié para sacar a la banda a flote.
Ahora podemos salir a tocar, la gente conoce las canciones. Para la
gente que siguió a la banda de cerca el disco termina de cerrarle”.
La tapa de Antes del Fin en impecable celeste nos acerca a tres
elefantes que avanzan, con algunas heridas, pero avanzan. ¿Disco de
reggae? ¿y los colores típicos? “El Majebri rompe con ese cliché. No
estamos en esa movida, respetamos un montón, amamos el reggae como ya
venimos hablando, pero tiene unas letras, una cultura que no es la que
está acá, así que hacemos lo que nos gusta. Algunas cosa las delegamos,
la tapa fue hecha por Cristian Lois, un artista de rosario que conozco
desde hace mucho. Antes la música se difundía en cassette, por fanzines,
yo hacía uno y Cristian era el dibujante de nuestras primeras bandas.
La idea es manejarnos siempre con gente que conocemos. Es romper y
quizás sin pensarlo el elefante signifique eso, como en el reggae se usa
el león a nosotros nos representa el elefante como un animal africano,
que termina representando la música negra, la que nos gusta. En África
nacen un montón de cosas. Es nuestro estilo y se fue haciendo sin
querer. El elefante es un animal súper noble, tarda dos años en crecer y
lo que queremos es que la gente interprete lo que le parezca, lo que le
llegue”.
El camino de El Majebri lleva 10 años, desde aquellos primeros pasos en
formato plan B hasta transformarse en los hacedores de unos de los
mejores discos de reggae que dio la región en los últimos años. “Es un
sueño hecho realidad. Nadie cobró un peso, nadie nos cobró, todo se hizo
por amor al arte y lo que pudimos pagar se pagó. La gente que se
involucró fue porque sentía la necesidad de estar presente ahí y
entendió el concepto, y fue eso la ayuda de un montón de gente para el
puntapié inicial.Y pasa lo mismo que con un libro u otra obra de arte,
ya está, no se puede eliminar y se lo vamos a poder mostrar a nuestros
hijos”.
La huella del elefante es profunda, y El Majebri decidió seguir el sendero acompañado esos pasos.
Melodía, primer tema de su disco Antes del fin
Para seguir escuchando: http://www.myspace.com/elmajebri
La próxima fecha, junto Fidel Nadal, Dread Negast y La Abasto Reggae:
El Majebrí festeja 10 años con lujos
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