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La Plata, Buenos Aires

miércoles, 29 de septiembre de 2010


Diez años después de haberse separado, volvió Embajada Boliviana, la banda punk más influyente de la ciudad, según la opinión de Francisco Lagomarsino, autor de la entrevista que les dejamos más abajo. El retorno, con maduros 30 años, parece encontrarlos lejos de Los Marrones, el genial sketch de Peter Capusotto y sus videos. Va también un video al fondo.



Que diez años no es nada 

Disuelta hace una década tras haber editado sólo un disco "oficial" (Soñando locuras, 2000), la banda más influyente del punk platense regresa con gira nacional, integrante extra y ganas de agregar nuevos himnos al repertorio que acompañó las correrías adolescentes de una generación de chicos rebeldes y ramoneros. Entrevista con el líder de un grupo que alcanzó dimensión de culto en el espejo retrovisor.

¿Por qué el regreso, y por qué ahora?
Yo entiendo que el regreso comenzó el día siguiente de la separación, pero cada uno de nosotros seguramente tiene su propia visión de las cosas. Creo que la vuelta llega en el mejor momento, y de la manera en que lo esperábamos, o al menos como lo soñamos. Todos estamos muy sensibles frente a lo que nos toca vivir, y agradecidos con la fortuna que en definitiva debería llegar a muchas bandas del under ya que todos hacemos el mismo y gran esfuerzo dejando de lado muchas cosas, materiales y afectivas que nos condicionan la manera de vivir, la forma de vida. Ya lo dijo Calamaro: "gasté mucho tiempo y mucho dinero, saqué algunas palomas de algún sombrero, soy uno más del montón en la máquina del tiempo, nunca digo la verdad, pero nunca miento. Gasté muchas botas y mucho cenicero, volver, volver! y partir primero. Un simple peatón buscando sentimiento.". Esto no deja de ser una sorpresa para nosotros, siempre pienso en el pasado y encuentro mucho sentido en eso, ahora puedo ver las cosas más claras que antes y disfrutar mucho más. Hay otra cita, de Edgar Willems, que me gusta mucho; dice que la música "favorece el impulso de la vida interior y apela a las principales facultades humanas: la voluntad, la sensibilidad, el amor, la inteligencia y la imaginación creadora". Y que, por todo eso, "es considerada casi únicamente como un factor cultural indispensable".

¿Cómo surgió la gira que arrancan y qué características va a tener?
La idea de la gira surgió inesperadamente, a través de un llamado telefónico por parte de un intermediario. El Cabeza, bajista de la banda, fue quien confió en esto desde el principio. Entre los dos le dimos forma a algunas cosas que eran entonces un poco desprolijas. Llegamos a dar con los interesados, sin intermediarios, y entre ellos y nosotros, cada uno en lo suyo, organizamos esta aventura que fue mutando día a día hasta quedar justo como queríamos. La movida está organizada por dos sellos asociados, "Por el cambio" y "California sun"; es la primera vez que vamos a realizar algo que no está autogestionado. así que supongo que vamos a llegar más enteros que otras veces. Vamos a Ushuaia, Río Gallegos, la capital federal, Mar del Plata, Tandil, General Rodríguez, Córdoba, San Juan, Quilmes, San Justo, San Miguel, Ramos Mejía y Temperley. La lista va a recorrer todas las grabaciones que tenemos, los demos y "Soñando Locuras"; por supuesto que los temas suenan distintos, creo que mucho mejor que antes, y enriquecidos potencialmente por la nueva incorporación de la banda, que es Lisandro Ibarrolaza en guitarra.

¿En qué año arrancaron y cuál fue la formación original? ¿Cómo se mantuvieron activos musicalmente durante la década de separación?
Arrancamos a tocar en 1992, encontrando en la música un refugio y una alternativa entre otras cosas, siempre fuimos los mismos integrantes. Es decir Matu en batería, Kuntacu en guitarra, Cabeza en bajo, y yo en guitarra y voz. Ahora se suma Toto en guitarra. Durante la separación yo seguí haciendo mi música; así conocí a grandes músicos y excelentes personas, como Leonardo Bidonde y Seba Tarabini -baterista- y Fernando Aguilar -guitarra-, quienes enriquecieron mis canciones al igual que mi hermano Lisandro. Grabé dos discos, titulados "El juego de las lágrimas" y "Volar no es lo que soñaste", y actualmente estoy terminando el tercero. El Kuntacu y el Cabeza grabaron un disco con su banda, Buscando en los Bolsillos. Y Lisandro grabó su primer solista, "El después de las palabras"; pero todos dejamos esos proyectos para dedicarnos de nuevo a Embajada.

¿Qué onda los ensayos? ¿Costó o las canciones salieron como si no hubiera pasado el tiempo? ¿Van a haber arreglos o temas nuevos?
¡Nos sorprendimos mucho en los ensayos, ya que la banda suena como si el tiempo sí hubiese pasado, por suerte! Las canciones son las mismas pero nosotros no; existe una búsqueda de prolijidad en lo musical y un sonido mejorado y nuevo, o por lo menos distinto. El volumen también es un factor a tener en cuenta ya que no sonamos tan fuerte como antes -sí, nos dimos cuenta, tenían razón.-. Por supuesto costó y muchísimo, ensayar para un recital es como entrenar para correr una maratón, y cuando uno ya no es un maratonista.

Después de la separación, se convirtieron en una especie de mito dentro del under platense e incluso del nacional. ¿Cómo lo vivieron?
Luego de la separación las cosas se acomodaron en otros órdenes, Embajada siempre estuvo latente, ya sea desde el recuerdo o en el presente a través de tributos o remeras, o comentarios de amigos o desconocidos. Embajada se transformó en una banda de culto, pero no por elección nuestra; es decir, nunca lo buscamos, aunque creemos que está bueno. En realidad, siempre quisimos vivir de la música y luchamos por ello, la gente misma y las circunstancias del momento transformaron en banda de culto a Embajada, a la vez que nuestro sincero abandono, nuestro silencio, nuestra moral y nuestro desinterés por ser conocidos. Particularmente, a nosotros siempre nos importó muy poco ser conocidos en el ambiente, a mí me preocupan más cosas como escucharme desafinar, irme de tiempo, o no poder componer la canción deseada.

En la encuesta del Joven del año pasado, como "disco de la década" (2000-2009), "Soñando locuras" tuvo unos cuantos votos. ¿Creen que el "mito" se hizo más grande -en términos de repercusión- de lo que fue la banda en sus años de actividad?

Probablemente sí, aunque la banda también tuvo muchos años de actividad. Por otro lado creo que "Soñando." realmente es un disco muy bueno y salió muy bien: original, fresco y genuino, bien instrumentado y bien producido.

¿Qué significa el punk para la banda -como estilo musical tanto como posición frente a la vida-?
El punk es nuestro estilo musical, no sólo lo que nos gusta sino principalmente lo que podemos hacer... Ignacio Juliá dice que "el concepto punk era una actitud que había existido desde siempre subyacente en el rock como música de rebeldes y marginados, patrimonio de parias y perdedores", y también se dice que en las obras de Shakespeare ya aparecen punks. El rock permite transformar esto en algo positivo para uno, en algo esperanzador, revolucionario, en el sentido de la transformación no política, sino filosófica. Tratamos de encontrar poesía para nuestras letras, y -a diferencia de ayer- dejar un mensaje más elaborado, sentimental y verdadero para los que nos escuchan. Nada significa lo mismo a los treinta y pico que a los veinte.

Fuente: diario El Día.

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