Patanes, del punk a la bossa nova

Les dejamos una entrevista a Sebastián Tomassoni, voz y guitarra de Patanes, que este viernes a la medianoche toca en El Ayuntamiento (1 e/ 47 y 48) para presentar en sociedad el CD Rey Tiempo, junto a Argonautiks y La Selva de Miguel. Al final va un video de cuando se presentaron en el clásico bar marplatense Mula Plateada.

La banda que recientemente pasó por Niceto, mostrará estas canciones y recorrerá buena parte de su historia, esa que los vio nacer en Manuel B. Gonnet hace más de una década y con un tempo y una actitud mucho más cercana al punk. "Este viernes vamos a presentar Rey Tiempo, que ya lo tocamos bastante por todo lo que se fue atrasando la edición, pero que en esta oportunidad tendrá su presentación oficial. Va a ser la primera vez que toquemos con el disco en la mano. Rey Tiempo cuenta un poco de todo, pero sobre todo la forma en que tenemos de ver las cosas de la vida, un enfoque muy personal". Eso con respecto a las letras, y en cuanto a la música: "tenemos un poco de todo. Hay temas que buscan ser bossa nova, otros punks, tratamos de ser bastantes variados. A parte escuchamos mucha música, así que tratamos también de hacer algo variado".

–¿Cómo se vivió el hecho de llegar a Niceto?
–Fue una experiencia que estuvo muy buena, el lugar es increíble. Nosotros tenemos un conocido allá que organiza fechas, nos invitó y la verdad que el lugar está genial. Con un escenario zarpado, unas luces buenísimas, con un sonido a la altura, y era la primera vez que tocábamos en un lugar tan grande. Tocamos dos veces, y la primera antes de ir tocamos en Pura Vida un viernes y al otro día nos fuimos para allá. Así que fueron los dos polos opuestos, de estar tocando todos apretados en el escenario pasamos a estar en otro lugar. Estuvo bueno, todo más profesional.

–Y obviamente que se disfruta…
–La primera vez como que te daba nervios, como los de la primera época y después se disfruta mucho más.

–Hablando de lugares para tocar, ¿cómo ven ese tema en La Plata?
–Eso lo sabemos, me parece que hay pocos lugares, y los arreglos son muy malos, pero en Capital pasa lo mismo. Los bolicheros tienen boliches para hacer negocios. Está complicado el tema. Nosotros habitualmente tocamos en el Ayuntamiento, y uno ya conoce las reglas del juego.

–Y en ese contexto está Pura Vida…
–Y sí, es uno de los pocos lugares en los que respetan a los músicos y por lo menos no quieren hacer negocio con vos, sino que hacen negocio con la gente que va a consumir.

–Hablemos un poco de Rey tiempo, que hace largo rato que "casi está" pero que nunca terminaba de salir.
–Sí, casi que lo grabamos tres veces. Ya lo habíamos grabado, el guitarrista se fue, era la primera guitarra, todos los arreglos eran de él; así que vino otro chico, ensayó y grabó de nuevo las guitarras. Después el disco lo grabamos todo nosotros en un estudio propio que tenemos y después lo mezcló Matías "Chavez" Méndez, un productor de Capital y lo pasterizamos también en la ciudad de Buenos Aires, en lo de Andrés Mayo. Y finalmente cuando lo escuchamos quedamos recontentos. Siempre podría estar mejor, pero nos gusta mucho. Fue un proceso medio desprolijo, porque lo grabamos nosotros, lo empezamos a mezclar nosotros y llegó un momento en el que éramos muchos opinando y tuvimos que plantearnos llamar a alguien de afuera. Eso también fue raro, porque cuando se elige a un productor este empieza de cero y todas esas cosas, y esté no fue el caso. Incluso nosotros lo mezclamos con él. Fue desprolijo pero salió bueno.

–El proceso de grabación del disco, obviamente también se disfruta.
–Sí, a full. Además como tenemos el estudio grabamos para afuera. Lo que nos pasó con este disco es que ya casi nos olvidamos, estamos haciendo otro. Pasó mucho tiempo desde que lo empezamos y todavía no salió. Es más siempre decíamos: "el mes que viene, el mes que viene" y llegó un momento en el que dejamos de poner una fecha. También tuvimos problemas con la gráfica, había quedado mal y tuvimos que volver a hacerla. Pero ya está saliendo de la fábrica.

–¿Podemos decir que el viernes 24 va a estar?
–Podemos decir, pero mejor no digamos nada.

–Muchas veces pasas, sobre todo cuando uno se encarga de todo, que los tiempos se dilatan.
–Sí, es verdad que son cosas que pasan, pero conozco muchas bandas que comenzaron a grabar mucho después que nosotros y ya tienen el disco en la calle.

Los orígenes de la banda se remontan a la década del '90. "Al año 1995, en ese momento yo tocaba la batería y unos chicos pasaron por la puerta de casa, me escucharon tocando, ellos tocaban de a dos: bajo y guitarra, golpearon: 'che, ¿no querés tocar con nosotros?', 'bueno, dale'. Yo tenía quince años, empezamos a tocar y lo que hacíamos era punk, Ramones y toda esa historia. Después con el paso del tiempo yo pasé a tocar la guitarra y a cantar, el chico que cantaba pasó a tocar la batería, los otros dos chicos se fueron, uno a vivir a Córdoba. Y se sumaron amigos y se fue formando la nueva formación de Patanes.

–En los '90 la tecnología todavía no permitía hacer grabaciones caseras, y era un paso obligatorio pasar por un estudio o al menos conseguir una portaestudio. ¿Ustedes tuvieron una etapa demo?
–Sí, haya varios demos dando vuelta pero con una calidad lamentable. Hemos grabado en estudio, era otra época nada que ver a esta, uno terminaba con un cassette en la mano. Hay varias de esas grabaciones dando vueltas, yo no las tengo pero están. Hay uno de los chicos que tocaba con nosotros que tiene la colección.

–Pero al margen de todo eso, debe reflejar ese momento de la banda en todos los sentidos. Mucho entusiasmo y poca experiencia, como le suele pasar a todas las bandas en esa etapa.
–Sí, más vale. Y más que nada todo eso del punk que más o menos es así, y era lo que nos salía en ese momento.

-De todos modos aquella esencia punk seguramente seguirá presente.
-Sí, de algún modo sí. Por ahí lo podés encontrar en alguna letra. Igual los otros días hablábamos con los chicos que en ese momento componía otro chico, y ahora nos encargamos otros, así que medio que nada que ver este Patanes con aquel. Quedó el nombre pero la banda es otra, nada que ver. Somos dos bandas distintas, en aquella época las letras eran más directas, más politiqueras. Ahora por ahí muchas de esas cosas las decimos de otra manera.