La Jaula del Rey Elvira, en busca de lo crudo

Retomamos el ejercicio de revolver el archivo de los diarios locales, y les dejamos una entrevista de Diagonales a La Jaula del Rey Elvira, una banda que está por presentar nuevo disco, según cuenta su guitarrista Gastón Luengo: "Por estos días estamos metidos de lleno con el disco nuevo, ya con la nueva formación que tiene a Maxiliano Ojeda en el bajo y a Gonzalo Orozco en la batería, y con la que venimos tocando desde hace más de un año. Lo que hicimos en esta nueva etapa fue encarar un proyecto con un sonido nuevo, compramos equipos y la idea fue hacer algo totalmente distinto al CD anterior. Con esa idea arrancamos la grabación del nuevo material. La formación actual es de cuarteto, más rockera, más de guitarra, antes por ahí era más blusera y ahora es más crudo. Apuntamos a un sonido nuevo, 2010".



Al fondo un video de la banda festejando sus 10 años, y ahora para escuchar mientras se lee: http://www.myspace.com/bandalajaula

vía Diagonales
–La música de la banda cambió sustancialmente a aquella que hacían hace 10 años, ¿las letras también?
Diego García: –Las letras son un poco más comprometidas con lo que es la realidad, nuestra noche, tienen condimentos que salen de todos lados, pero la temática es más que nada rockera.
Gastón Luengo: –Vas creciendo y vas cambiando todo, mirás una letra de hace 10 años y nadie puede estar orgulloso de eso, siempre que la leés te va a parecer horrible y querés hacer algo mejor. Creemos que tiene que ser un combo, y si estás tirando una música más moderna, algo contundente y la letra es horrible, no dice nada, a alguno no le va a gustar. Nosotros tratamos de llenar todos los huecos.
D.G.: –No son las letras de La 25, no son tan explícitas, más de acuerdo a lo que estamos haciendo ahora, algo jaulero. No es que uno de nombres, porque de hecho son bandas que me gustan, Viejas Locas he escuchado mucho lo mismo Jóvenes pordioseros, pero es como que ellos mismos se encasillan, entonces es como que para un sector si no hacés la letra de determinada manera no garpás, casualidad o no pero las bandas que la están pegando dicen más o menos lo mismo. Está bueno que todo cambie un poco y que cada uno tenga su identidad.

–Y con respecto a los arreglos, ¿cómo los están trabajando?
Maximiliano Ojeda: –Yo empecé hace poco con ellos  y hay otra mentalidad. Se está usando metrónomo en la batería, se están ajustando las bases, y que las violas machaquen para que suene todo más ajustado. Se está trabajando mucho el sonido, hay mucho ensayo.
G.L.: –Antes pensábamos un arreglo y era meter un piano acá o un saxo, agregar instrumentos, y ahora por ahí  es atrever, es sacar. Todos tenemos instrumentos de primer nivel y por ahí no hace falta poner una viola más, ya con el bajo y la batería suena.
D.G.: –Eso es algo que te dan los años de estar tocando, conociendo gente. Nosotros hemos llegado hasta poner bongó en alguna canción y eso hoy no está en los planes, casi no hay lugar para una guitarra acústica. Estamos con un sonido más rockero, más power. Esa es la línea que buscamos para el próximo disco, los temas que nos damos cuenta que no dan los vamos descartando. Por ahí en otro disco entran, pero no en este. Tenemos un sonido y por ahí cuando recién empezás es difícil de lograr, porque cada uno llega con sus influencias y se  arma sonoramente una mezcolanza bárbara. Ahora hay un criterio más unificado.
G.L.: –Nosotros tenemos un EP de 5 temas que por ahí cuando querés mostrarte y no sabés por que lado va la historia, te encontrás con cinco temas distintos entre sí. Entonces como que tirás la red y decís: "a ver qué le gusta a la gente y vamos por ese lado". Es medio común que las bandas empiecen así, después pasa un tiempo y decís: "vamos con los que nos gusta a nosotros y mala leche si no garpa". Ahora estaríamos en esa etapa. Estamos más grandes y tocamos lo que tenemos ganas.

–El camino de La Jaula comenzó hace casi 11 años, ¿qué recuerdos tienen de aquello días? 
D.G.: –Y que teníamos 20 años. Era todo distinto, el tipo de fiesta, de joda, las cosas que se armaban, las fiestas en determinadas casas. Ahora uno está casado, tiene hijos y es como que está medio detenido.
G.L.: –Pero en cuanto a la música es lo mismo. Antes era todo lo mismo: joda y si una canción nos resultaba simpática la tocábamos. Ahora por ahí estamos más críticos. En su momento además éramos un montón: teníamos dos guitarras, bajo, batería, teclados, saxo y armónica: éramos los Decadentes. Encima medio cofradía, tres de la banda vivíamos juntos, ensayábamos ahí, era el lugar de juntarnos. Son buenos recuerdos. Nosotros empezamos haciendo una movida que era colectiva. Fuimos una de las primeras bandas en hacer el circuito de clubes como Reconquista o Sporting, teníamos un montón de amigos que se copan y se sumaban: actores, malabaristas, bazucada, murga, encarábamos un recital como si fuera una fiesta. Y marcó una época, ahora es como que lo hace todo el mundo, por eso por ahí preferimos hacer un buen show musical, con algún video e ir por ese lado.
D.G.: –Si ahora me preguntás si sonamos mejor ahora o antes, no tengo dudas que sonamos muchísimo mejor ahora, pero sin embargo no llevamos ni la décima parte que hace diez años. Son circunstancias y también la música que hacíamos. Lo que nos pasó es que la banda fue mutando y a medida que pasaba eso también cambiaban los integrantes. Ahora quedó una banda consolidada.

–Mencionaban la vieja etapa de clubes, ¿la autogestión sigue siendo el único camino posible?
G.L.: –Y con respecto a los shows siempre vamos a seguir apuntando a la autogestión mientras podamos. En ese momento era más fácil, porque llevábamos más gente y entonces tenías asegurado que no ibas a perder más plata. Hacíamos entrada, barra, y llegamos a hacer siete Reconquistas, dos fechas en el Teatro, y después de lo de Cromañón se pudrió todo, empezamos a hacerla -por decirte- en el Ayuntamiento y cambió la mano. Siguiendo siendo autogestionadas pero en cierta forma asociados con los dueños del bar. En este momento la idea nuestra es tocar mucho en distintos lugares, tocamos en la Costa, estamos yendo mucho al Oeste y en La Plata hacer tres shows grandes y buenos por año. Siempre estamos arrancando hasta que pase algo.

–¿Qué pueden anticipar del próximo disco? ¿Es prematuro hablar del nombre?
G.L.: –El disco lo queremos tener este año, pero veremos lo que pasa. La grabación está, falta el tema de la mezcla. Con respecto al nombre tiramos rocker, que es el nombre de un tema pero todavía no sabemos. Seguramente se va a definir a último momento. “Rocker” es una palabra que por ahí define un montón de cosas y tiene también mucho de ironía, está lleno de rockers, pero son pocos los que realmente viven de esto. Dedicarse a pleno implica dejar tiempo de familia y esas cosas, es una forma de vida.

–Once años en el rock, ¿se sigue disfrutando? 
G.L.: –Yo lo disfruto cada vez más. ¿viste el gordo de 60 años que espera que llegue el sábado para ponerse los cortos y salir a la cancha? Nosotros estamos igual, esperando que llegue el día del ensayo o un show, darle un beso a la señora o a los nenes y decirle: "mañana nos vemos". Ojala un día podamos vivir de esto porque es el laburo más lindo que hay.
D.G.: –Ahora hacemos la música que a nosotros nos gusta y esperemos que la gente también lo capte y se sume, y si no, seguiremos en la misma, insistiendo.