Fede Kempff se sube a la ola

Que los artistas platenses están pisando fuerte a nivel nacional, no es novedad, y menos en el terreno de la música. Fede Kempff y Tarantinos es probablemente uno de los mejores ejemplos de esto, sobre todo a partir de la aparición en Mega 98.3 con el padrinazgo de Manuel Moretti, de Estelares. Les dejamos una nota que le hizo el suple Plaza Demo a Kempff, el enlace para descargar su EP Bailarina, de 2009, y el video que grabaron con Facundo Soto, de los Guasones.

Para escuchar mientras se lee:
http://www.myspace.com/federicokempffytarantinos

Vía Diagonales:

El lugar ideal para mí es aquél en que es más natural vivir como extranjero", aseguraba el escritor Italo Calvino. Sin embargo, erigiéndose como una poderosa luz en un mundo sinuoso y hostil, hay un lugar profundamente anhelado, obsesivamente perseguido y decididamente vital que es la canción. Hace un tiempo, un músico amigo de la casa que no mencionaremos por su expreso pedido, aseguraba que "las canciones –aún las más tristes y desgarradoras– son el mejor lugar del mundo", alegando que allí siempre la vulnerabilidad muta en heroicismo, el dolor es redención y aún corriendo todos los riesgos, siempre se está a salvo. Tal vez así lo siente Federico Kempff, songwriter platense con más de una década como solista que, con el conocimiento del residente y la renovada avidez del extranjero, escoge como destino ese terreno fértil llamado canción. Aunque lejos de visas o documentos, quizá no sea más que un viajero, que viene y va hacia ella.

–Si tuviera que escoger una palabra que ha regido su vida ¿esa es "canción"?
–Desde que empecé a tocar la guitarra, lo único que me motivo a hacerlo fue lograr hacer canciones. Ni tocar bien, ni tocar rápido, ni nada por el estilo: sólo tener algo para acompañarme y componer canciones... Creo que de ahí en adelante mi norte siempre fue buscar la manera de hacer las mejores melodías posibles...

–¿Por qué nos obsesiona tanto ese universo de tres minutos? ¿Siente que nunca se agota, que siempre hay algo nuevo?
–Creo particularmente que cada uno encuentra en su vida (o en muchos casos no), formas de comunicación o de expresión, a veces el simple hecho de hablar con el otro no es suficiente. En mi caso, escribir canciones es mi forma particular de expresión y, por ende, todo el tiempo busco una nueva canción, y en verdad creo que siempre hay una nueva y maravillosa posibilidad de hacer algo nuevo. Aunque no sea tan nuevo en realidad, pero lo emocionante es que es una nueva creación, única a su manera...

–¿La canción es como la mujer: cuanto más desnuda, mejor?
–A mí me encanta que la mujer se deje algo puesto... Me parece que hay canciones que nacieron para ser tocadas solamente por una guitarra acústica y la voz o un piano y voz, pero también creo que las canciones a veces te piden lo que necesitan. Lo interesante es saber qué necesitan, no excederse... En líneas generales, mis canciones son mas bien despojadas pero cuando se necesita adornarlas un poco más, ningún problema... Lo que sí te puedo decir es que absolutamente todas nacen desnudas, yo y mi guitarra a solas.

–Sus letras suelen remitir a amores y desamores. ¿sigue siendo el tema más difícil y a la vez el más universal de abordar?
–"All you need is love"... Nada… el amor en todas sus formas es absolutamente necesario para vivir, y, por ende, es muy natural escribir acerca de eso. No se si es difícil, creo que cada uno escribe lo que puede y lo que quiere en verdad. Mis letras hablan de algunos tópicos que me resultan obsesivos: amores, viajes, lugares...

–¿Recuerda la primera canción que lo conmovió realmente, que impactó en tu vida?
–Yo tendría unos diez años y pasaron por la radio "Another one bites the dust" de Queen, y la verdad me quedé helado... De ahí en más hubieron muchísimas más.

–¿Y la primera que escribió?
–Una canción muy oscura que se llamaba "Berenice", hace miles de años...

–¿Cómo fueron aquellos años en Siempre Lucrecia, en los ‘90?
–Fue una buena experiencia, de aprendizaje a todo nivel aunque en verdad musicalmente por ahí habían algunas cosas que..., no sé, éramos tan jóvenes... Era una búsqueda y como tal no siempre las cosas salían bien, pero estoy feliz con haber tenido a Lucrecia.

–¿Qué diferencias nota como compositor desde entonces hasta hoy? ¿Es un camino a la síntesis?
–No sé. En aquella época si bien me metí en el tema del noise, de la distorsión y todo eso, siempre estaba presente el formato canción. Eso nunca lo deje de lado, siempre fueron canciones y sí, la síntesis por ahí aparece en algunos aspectos. Igualmente pueden aparecer canciones como "Lejos", que son canciones que superan la media de tres minutos pero que de todas formas están bien para mí.

–¿Cómo se dio el paso a solista?
–Se dio naturalmente. Siempre Lucrecia ya había tenido algunos cambios de integrantes y estaba medio cansado de esa cosa tan indie, tan británica, la verdad es que siempre fui un gran fanático del folk y me pareció que era el momento ideal para tocar canciones súper despojadas. De hecho mi primer época solo fui yo y mi guitarra,y ahí empezó a tomar forma la cosa.

–Sin dudas, lo suyo es la canción de autor, pero ¿se siente solista? La suya es una banda hecha y derecha, con igual compromiso ¿no?
–Exactamente. En 2006 pase a ser Fede Kempff y Tarantinos, o sea, empecé a ser un solista con banda y es que en verdad me parece fundamental el aporte que hace una banda. Yo por ahí vengo con la canción y tiro un par de puntas y los chicos hacen lo que quieren, y eso es genial por que llega a sorprenderte lo que termina quedando. Caio Cataniese, el baterista de la banda esta conmigo desde antes de Tardes de sol y es fundamental en el sonido de la banda. Es un poco el que me banca en cualquier delirio que se me ocurra y le encuentra un lado positivo a la cosa. No sé, es muy importante tener gente así a tu lado. Al igual que Fernando Torres ( bajo) y Mario Nazar ( guitarra), son muy importantes para sacar adelante a las canciones.

–¿Qué discos lo siguen fascinando y no lo cansan?
–Algunos clásicos de Dylan, varios de David Gray, Mojave 3, el primero de Coldplay, algunos de Manolo García, un español fascinante. Es muy difícil enumerar solo algunos...

–¿Qué discos nuevos o relativamente nuevos lo han impresionado más?
–Digamos que relativamente nuevos, el primer disco de Kings of Leon es buenísimo, después le seguí la pista a la banda y me encanta, lo mismo me paso con Killers. Ambos tienen esa cosa cancionera y universal, pero los Kings son a la vez medio sureños por momentos, me gustan mucho.

–¿Qué bandas o artistas platenses le gustan, se siente conectado?
–Estelares, Guasones, Miro, estuve escuchándolo a Javier Maldonado y me gustó. Me gusta La Patrulla Espacial y esa cosa re Pappo´s Blues que tienen, me encanta la calidez de Laura Citarella, eso es un poco con lo que más conecto de la ciudad, aunque seguramente algo se me escapa...

Seguramente algo se le escape a Kempff. Pero también es seguro que sabe lo que persigue. Un poeta también amigo de la casa, Walt Whitman (sí, lo consideramos amigo y él haría lo mismo) escribió: "Ni una máquina para ahorrar trabajo/ni un descubrimiento he dejado/ni podré legar dinero para fundar un hospital o una biblioteca/ni la memoria de una hazaña por América/ni un éxito literario o intelectual, ni un libro para los anaqueles,/sólo unos pocos cantos alegres quedará vibrando en el aire, para camaradas y amantes."

Para camaradas y amantes van las canciones de este compositor que mientras muchos mueren por ser "originales", no teme ser clásico: "Nunca jamas me planteé una cosa así –responde–. Simplemente me gusta que mis canciones suenen folk o folk rock o lo que fuere que son, y nada, voy para allá sin hacerme demasiadas preguntas...

Para allá va. La canción es el lugar que lo espera para ir, y llegar no es tan importante como conocer el rumbo y andar.